segunda-feira, 26 de dezembro de 2011

Depression: approaches and treatments (in English)

Depression is a mood disorder that presents a variation of symptoms and manifests itself differently from one individual to another. The disorder can affect many aspects in the life of the depressed person, such as personal, social and professional. It can physically affect the individual, changing his/her appetite, sleep and sexual desire, and causing fatigue and anxiety. The disorder can also adversely affect cognitive functions, like thinking, judging, remembering and concentrating, reducing the ability to make decisions and generating insecurity feelings. In addition, depression can affect the behavior: people cry, hurt themselves, abuse drugs or may even attempt suicide. Many people start to use drugs to cope with anxiety or stress caused by depression. It can still affect the emotions, creating or increasing sadness, despair, guilt, worthlessness, and hopelessness feelings. In terms of social relationships, depression can impair one's ability to relate well with others, that is, the disorder may lead to isolation and separation from the family.
However, there is still much to be clarified about depression, its causes and how to deal with it. There are several theories that attempt to develop more explanation, but there is still much ground to cover. It seems there are two main approaches that stand out on the understanding of depression due to their research basis, advances, diffusion and treatments. One approach, that could be called "psychiatric approach", considers that depression is a problem of more biological order, caused by malfunction in brain activity. This approach primarily indicates psychopharmacological based treatments. Medications, prescribed by a medical professional specialized in psychiatry, are usually the main form of treatment. The other approach, which could be called "psychological approach", understands that depression is primarily caused by the consequences of suffering, emotional conflicts, unconscious and conscious traumas, frustration, loss, stress and other sufferings resultant from human and social relations. This approach mainly indicates a psychotherapeutic treatment, which offers support to cope with depression and seeks balance, understanding and stability to improve the individual’s emotional condition.
However, regardless of the approach and considering the complexity of the interaction of its causes, the diagnosis of depression is not discovered or concluded easily. Therefore, it should start, as a precaution, with an analysis of the person’s emotional life history. A complete and general medical examination may be also important, since depression can be associated with a prior poor health condition. The diseases associated with depression, if untreated, can hinder the success of any depression treatment. On the contrary, when they are treated, the depression treatment has much greater chances to be sucsessful.
The American Medical Association says there is no standard treatment for depression and it also depends on the severity of each case. According to the association, what happened in the past was that some health professionals used to advocate exclusively psychotherapeutic treatment, understanding depression only as a psychological disorder, while others would prescribe only drug treatment, understanding depression as a purely biological problem. Currently, most of the professionals recognize the validity of both treatments, which can be used separately or together, depending on the severity and the symptoms of each case.
As we have seen, there are several possibilities of intervention and treatment. Decisions and choices must be made and it is best that all involved are aware and well informed, so everybody can have a more active and responsible role. There is not an approach that is more correct than another for understanding and treating depression and, when working with one of the two main approaches, the other should always be taken into account too. Treatment through medication alone may seem tempting because it does not require major changes in the person’s life style, and even alone the symptoms can be lessened. However, the causes of the disorder may remain unchanged, so there are greater chances of future crises. On the other hand, treatment through psychotherapy alone, when there is greater degree of suffering and of behavioral change, may be insufficient because it does not generate short-term relief. Thus, depending on the case, the best strategy may be working with the two approaches combined in a cooperative and complementary way. In general, cooperating is better than competing, but this is especially truth when there are many possible solutions but no guarantee of success.

sexta-feira, 16 de dezembro de 2011

Empatía (en español)

Carl R. Rogers es fundador del Enfoque Centrado en la Persona y fue defensor de la tesis de que la empatía proporcionada por el psicoterapeuta al cliente es una de las maneras más poderosas, a pesar de su naturaleza sutil, para promover cambios de personalidad y, consecuentemente, en los comportamientos. Primeramente, Rogers descubrió, en su práctica como psicoterapeuta, que el oír atentamente ya era un factor aislado de ayuda significativa al Cliente. Comprendió  también que cuando el sicoterapeuta le decía al cliente cuales sentimientos y emociones percibía en él, la efectividad de la terapia aumentaba. A ese procedimiento le llamó reflexión de sentimiento y, juntamente con sus alumnos, descubrió que el estar atento a los sentimientos del cliente y reflejarlos podía transformar una conversación superficial en un autoanálisis profundo realizado por el propio cliente. Sin embargo, posteriormente, Rogers descubrió que no era ni el acto de escuchar ni tampoco la reflexión de sentimientos que ayudaban al cliente, sino la empatía que estaba embutida en ellas. Entonces él postuló que la reflexión de sentimiento no era una técnica o un tipo de terapia y si una particularidad que podría estar englobada en algo mayor como una relación interpersonal empática con el cliente. Él comprendió que no es exactamente la reflexión de sentimientos la que ayuda a los clientes, sino la empatía que debe estar embutida en este tipo de reflexión. La reflexión de sentimientos es una forma auxiliar de demostrar empatía que solamente ayuda al cliente cuando existe empatía autentica del sicoterapeuta en relación a su cliente.
¿En qué consiste esa empatía y como proporciona ayuda al cliente? Voy a arriesgarme en una tentativa de dar una respuesta simplificada a lo que pueda ser eso: es un fenómeno humano de consideración por otro ser humano cuando uno busca comprender al otro a partir del punto de vista del otro, aceptando sus comportamientos sin criticas ni juicio de valor y también buscando la vivencia y comprensión de sus sentimientos y emociones como si fuese el mismo. Para responder a la segunda parte de la pregunta, vamos a considerar lo que Rogers llamó de flujo psicofisiológico. Esto sería el conjunto en movimiento de las sensaciones corpóreas y vivencias psíquicas que experimentamos continuamente en todos los momentos de la vida. En la mayor parte del tiempo, no tenemos conciencia completa de como este flujo de sensaciones y vivencias está corriendo dentro de nosotros y, consecuentemente, no encontramos significaciones precisas para las sensaciones. Siendo así, en la psicoterapia, la empatía permite al psicoterapeuta aproximarse tanto de su cliente hasta el punto de él (el psicoterapeuta) intente encontrar o descubrir significaciones que su cliente acepte como auténticamente suyas. Cuando son encontrados los significados para los flujos sensoriales y vivenciales, estos evolucionan y se aproximan de la conciencia, lo cual permite la comprensión y la aceptación y a partir de entonces, cambios de personalidad y, consecuentemente, cambios en los comportamientos podrán ocurrir. Ese proceso se produce en el cliente por la desalienación en relación a sentimientos reprimidos, por el significación consciente de vivencias, por la aceptación y valorización de sí mismo así como se es, por el no juzgamiento, aceptación incondicional y confirmación de la existencia de identidad por el otro (en este caso, el psicoterapeuta). El cliente se ve entonces, delante de aspectos personales que antes no eran reconocidos como siendo de el mismo. Estos aspectos son ahora aceptados por el incentivo del psicoterapeuta que los acepta con naturalidad. La incorporación de esos aspectos lleva forzosamente al cliente a reelaborar su auto concepto. Una vez que el concepto de sí es actualizado, la personalidad es reconfigurada y los comportamientos se modifican para la adecuación con la personalidad reconfigurada.
            Queda entonces evidente, que la empatía desempeña un papel clave en el proceso de cambio en el cliente en terapia. Es la empatía la que posibilita al terapeuta buscar y eventualmente, encontrar significaciones expresivas para el cliente. Es exactamente a partir de ese punto que se abre la posibilidad para la evolución de la condición del cliente. Sin la empatía, el psicoterapeuta no sería capaz de tener sentimientos próximos a los del cliente, podría apenas intentar comprender al cliente a través de la intelectualización de su condición y por teorías psicológicas. Entretanto, esa comprensión, mismo que acertada y apoyada por teorías psicológicas, alejarían al cliente de un proceso de cambio, en la medida en que él mismo no acataría algo que no puede ser reconocido y comprendido por él mismo. De otra forma, la empatía puede desbloquear vivencias que, cuando son experimentadas a nivel visceral y correctamente simbolizadas y nominadas, proveen cambios en la personalidad y consecuentemente, en los comportamientos. De esta forma, concluimos que la empatía desempeña un papel fundamental en la apertura  del cliente para descubrimientos internos y cambios y, por lo tanto, es esencial, pues como una llave, abre una cerradura en el proceso terapéutico.
* Traducido por Ruben Cesar Ramirez (Paraguay)

segunda-feira, 5 de dezembro de 2011

Empatia

Carl R. Rogers é fundador da Abordagem Centrada na Pessoa e foi defensor da tese de que a empatia proporcionada pelo psicoterapeuta ao cliente é uma das maneiras mais poderosas, porem de natureza sutil, para promover mudanças de personalidade e, consequentemente,  comportamentais. Primeiramente, Rogers descobriu, em sua prática como psicoterapeuta, que o ouvir atentamente já era um fator isolado de ajuda significativa ao cliente. Compreendeu também que quando o psicoterapeuta dizia ao cliente quais sentimentos e emoções percebia nele, a efetividade da terapia aumentava. A esse procedimento chamou de reflexão de sentimento e, juntamente com seus alunos, descobriu que ficar atento aos sentimentos do cliente e refleti-los podia transformar uma conversa superficial em autoanalise profunda realizada pelo próprio cliente. Entretanto, posteriormente, Rogers descobriu que não era nem a escuta e nem a reflexão de sentimentos que ajudavam o cliente, mas era a empatia nelas embutidas. Ele, então, protestou que a reflexão de sentimento não era uma técnica ou um tipo de terapia, mas sim uma particularidade que poderia estar englobada em algo maior como uma relação interpessoal empática com o cliente. Ele compreendeu que não é exatamente a reflexão de sentimentos que proporciona ajuda aos clientes, mas sim a empatia que deve estar embutida nesse tipo de reflexão. A reflexão de sentimentos é uma forma auxiliar de demonstrar empatia e somente ajuda o cliente quando há empatia autentica do psicoterapeuta em relação a seu cliente.
O que é essa empatia e como promove ajuda no cliente? Vou me arriscar em uma tentativa de resposta simplificada a o que seja isso: é um fenômeno humano de consideração por outro ser humano quando um busca compreender o outro a partir do ponto de vista do outro, aceitando seus comportamentos sem críticas e juízo de valor e ainda buscar vivenciar e compreender seus sentimentos e emoções como se fosse ele. Para responder a segunda parte da pergunta, vamos considerar antes o que Rogers chamou de fluxo psico-fisiológico. Isto seria o conjunto em movimento das sensações corpóreas e vivências psíquicas que experienciamos continuamente em todos os momentos da vida. Na maioria do tempo, não temos consciência completa como este fluxo de sensações e vivencias está correndo dentro de nós e, consequentemente, não encontramos significações precisas para as sensações. Sendo assim, na psicoterapia, a empatia permite ao psicoterapeuta aproximar tanto do seu cliente a ponto de ele (o psicoterapeuta) tentar encontrar ou descobrir significações que seu cliente aceite como autenticamente suas. Quando significados são encontrados para os fluxos sensoriais e vivenciais, estes evoluem e se aproximam da consciência, o que permite compreensão e aceitação e, a partir de então, mudanças de personalidade e, consequentemente, comportamentais poderão ocorrer. Esse processo se dá no cliente pela desalienção em relação a sentimentos reprimidos, pela significação consciente de vivências, pela aceitação e valorização de si mesmo assim como se é, pelo não julgamento, aceitação incondicional e confirmação da existência de identidade pelo outro (no caso, o psicoterapeuta). O cliente se vê, então, diante de aspectos pessoais que antes não eram reconhecidos como sendo dele mesmo. Esses aspectos são agora aceitos pelo incentivo do psicoterapeuta que os aceita com naturalidade. A incorporação desses aspectos leva forçosamente o cliente a reelaborar seu autoconceito. Uma vez que o conceito de si é atualizado, a personalidade se reconfigura e os comportamentos se modificam para adequar com a personalidade reconfigurada.
Fica então evidente que a empatia ocupa um papel chave no processo de mudança no cliente em terapia. É a empatia que possibilita ao terapeuta buscar e, eventualmente, encontrar significações expressivas para o cliente. É exatamente a partir desse ponto que se abre a possibilidade para a evolução da condição do cliente. Sem a empatia o psicoterapeuta não seria capaz de ter sentimentos próximos aos do cliente, poderia apenas tentar compreender o cliente através da intelectualização de sua condição e por teorias psicológicas. Entretanto, essa compreensão, mesmo que muito acertada e suportada por teorias psicológicas, afastariam o cliente de um processo de mudança, na medida em que o mesmo não acataria algo que não pode ser reconhecido e compreendido por si mesmo. De outra forma, a empatia pode desbloquear vivências que, quando são experimentadas ao nível visceral e corretamente simbolizadas e nomeadas, provem mudanças na personalidade e, consequentemente, nos comportamentos. Assim, concluímos que a empatia tem um papel fundamental na abertura do cliente para descobertas internas e mudanças e, portanto, é essencial, pois, como uma chave, abre uma fechadura no processo terapêutico.